La imagen corresponde a las recientes fiestas de Bellvitge (l'Hospitalet, Barcelona) a las que el aún ministro de Trabajo e Inmigración acudió iniciando la precampaña electoral de los próximos comicios catalanes en los que irá de número tres en las listas del PSC. Le acompañan Núria Marín, quien le sucedió al frente de la alcaldía cuando hizo las maletas hacia Madrid para destrozar España, y Montilla, el botifler.
Hay detalles que no pueden ocultarse, nótese la expresión de Corbacho, con aspecto de no tenerlas todas consigo y nada feliz, por descontado.
El gesto de martirizar una de sus uñas delata que estaba embargado de un nerviosismo extremo.
¿Y cómo es eso, nos preguntamos? ¿Acaso no ha sido él quien ha querido volver a Barcelona, seguro de que sería recibido con los brazos abiertos por los hospitalenses? Y sin embargo no es así.
Los socialistas viven en un mundo propio, un mundo de fantasía, hecho a su medida, un mundo falso donde sólo ellos moran y en el que todo les es favorable y bonito. Durante años han conseguido preservar la cúpula de vidrio de ese mundo irreal que protegía su castillo de naipes. Pero ¡ay!, la cúpula no era de vidrio, sino una pompa de jabón que ha estallado y los naipes caen inexorablemente.
Corbacho no fue recibido como esperaba sino todo lo contrario. Veámoslo:
Hay detalles que no pueden ocultarse, nótese la expresión de Corbacho, con aspecto de no tenerlas todas consigo y nada feliz, por descontado.
El gesto de martirizar una de sus uñas delata que estaba embargado de un nerviosismo extremo.
¿Y cómo es eso, nos preguntamos? ¿Acaso no ha sido él quien ha querido volver a Barcelona, seguro de que sería recibido con los brazos abiertos por los hospitalenses? Y sin embargo no es así.
Los socialistas viven en un mundo propio, un mundo de fantasía, hecho a su medida, un mundo falso donde sólo ellos moran y en el que todo les es favorable y bonito. Durante años han conseguido preservar la cúpula de vidrio de ese mundo irreal que protegía su castillo de naipes. Pero ¡ay!, la cúpula no era de vidrio, sino una pompa de jabón que ha estallado y los naipes caen inexorablemente.
Corbacho no fue recibido como esperaba sino todo lo contrario. Veámoslo:
En su primera visita una pareja de pensionistas le dijeron que estaban muy enfadados porque no sólo les había congelado la pensión sino que, como las cosas cada día son más caras, resulta que no llegan a fin de mes y que, como ellos, otros muchos pensionistas no volverán a votar al PSOE.
La visita de Corbacho se fue calentando y un grupo de personas le acusaron de no hacer nada por crear trabajo y que por culpa de él y de Zapatero estaban ahora en paro y no encuentran empleo. Le dijeron asímismo que ningún parado les votaría.
En su segunda visita una señora que empujaba una silla de ruedas le echó en cara que engañase a las familias, porque su madre tiene desde hace meses derecho a la ayuda de dependencia y se niegan a pagarle los atrasos, que ahora ella va a tener un hijo y Zapatero le quita la ayuda por nacimiento.
Pensionistas, parados, dependientes, familias con hijos, están muy enfadados con Corbacho y ya dicen en voz alta y sin complejos que no le van a votar. Corbacho es un lastre para el PSC.
Juan Carlos del Río
Portavoz municipal del PP (Extracto)
No hay falsedad en estas declaraciones, puesto que han sido publicadas en la página Editorial de DIARI DE L'HOSPITALET, en el espacio que tienen cada uno de los portavoces municipales.
Es que éste país cada vez se parece más al Gran Hermano de Orwell, donde el Ministerio del Amor se dedicaba a torturar a los disidentes y el Ministerio de la Paz era el que procuraba las guerras.
ResponderEliminarAquí el Ministerio de Trabajo de Corbacho es el encargado de que la gente no encuentre empleo.
Creía que le iban a perdonar. Da un poco de pena este Corbacho, dejo una vida tranquila y un sueldazo en el ayuntamiento y sobre todo la diputación, mas de 100.000 euros, para ser ministro a sabiendas que se la pegaban.
ResponderEliminarSe puede decir que Zapatero le engaño.
Lo del Gran Hermano hace tiempo que es evidente para millones de personas. Orwell no se inventó nada, se inspiró en el comunismo; es una novela real con los elementos imprescindibles de ficción.
ResponderEliminarNo, Jesús, Zapatero no engañó a Corbacho. Fue la ambición de éste lo que le hizo aceptar. En Barcelona era un rey, en l'Hospitalet un dios, y creyó que en Madrid acabaría siendo emperador de España viviendo en la Moncloa.
Cuando se fue para Madrid lo vaticiné: una cosa es tomar decisiones personalmente y otra tener que acatar lo que diga el ejecutivo. Ahí no sirve de nada la valía si a cada paso te corrigen y desautorizan. Corbacho debería saberlo, puesto que lo sabemos nosotros desde fuera. Pero creyó que maquillando las estadísticas del paro aguantaría lo suficiente para escalar puestos.
No contó con que todo el Gobierno en pleno es una completa nulidad, un caos absoluto en el que todos meten mano en todo y a pesar de los cargos, nadie tiene un trabajo definido, a excepción del de tergiversar y engañar.