29-S La huelga se va al carajo

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Es evidente que el castillo de naipes que la izquierda ha montado con tanto afán durante los últimos años se está desmoronando. Lo que carece de base firme no se mantiene en pie mucho tiempo y esta gente vive inmersa en un mundo falso e irreal que ellos pretenden dotar de credibilidad a golpe de imposiciones, amenazas y chantajes.

El Gobierno se hunde cual Titánic porque el timonel equivocó el giro y lo lanzó contra el iceberg, negándose a rectificar la dirección en la creencia de que las toneladas de acero eran más fuertes que las de hielo. En completa idocia al ignorar la colosal masa helada que supone un iceberg del cual sólo se ve la punta asomando en la superficie.
Así la izquierda ha despreciado el poder de la sociedad, convencidos de que el suyo era superior merced al ordeno y mando.

Al Gobierno y sus sindicatos en nómina se les han caído los cuatro palos del sombrajo. El Gobierno tiene cada vez menos credibilidad, sus actuaciones ya no engañan a nadie, a nadie más que a sus incondicionales, huérfanos de neuronas.
En cuanto a sus sindicatos, más vale que desconvoquen la chorrada que planeó Toxo durante su crucero de lujo porque van a hacer el ridículo. Cada vez se bajan más colectivos del carro de gitanos de ese par de capitalistas sindicales:

Y es que la tibieza de los sindicatos con el Gobierno durante toda la crisis y su falta de respuesta ante el «tijeretazo» social del pasado 12 de mayo les puede pasar factura ahora, cuando piden colaboración a todos los agentes sociales para que la huelga general no sea un fracaso.

La siguiente cita refleja la total ambigüedad, opacidad y manipulación de CC.OO. y UGT:

Funcionarios: el sindicato mayoritario en la función pública, CSI-CSIF, ha asegurado que «no puede volver a pedir» a sus afiliados un esfuerzo. Recordemos que el sindicato de funcionarios ya convocó una huelga en junio, que les enemistó con los sindicatos de clase. Por eso, ahora aseguran que «la convocatoria de huelga del día 29 de septiembre se produce con dos años de retraso», además porque «no sabemos si es una huelga contra el Gobierno, o contra su política económica, o contra la reforma laboral o contra la oposición o contra los empresarios».

Estos son los demás colectivos que se niegan a ser manipulados:

Autónomos: el presidente de la mayor asociación de autónomos, ATA, Lorenzo Amor, aseguró ayer que su organización no secundará la jornada de huelga, al tiempo que pidió al Gobierno de España que garantice los servicios mínimos, así como que los autónomos que quieran puedan ejercer su derecho al trabajo. Lorenzo Amor aseguró que, aunque no van a secundar la convocatoria, su asociación «respeta» a los convocantes y a los que sí decidan secundar el paro.

Trabajadores del Metro de Madrid: los trabajadores de esta empresa pública ya tuvieron su propio conflicto sindical hace unos meses y el sindicato profesional no está contento con los sindicatos de clase. De esta manera, ha anunciado que no respaldará la huelga general, con lo que uno de los elementos más importantes para paralizar la capital de España podría ya no funcionar.

Médicos y enfermeros: el sindicato profesional médico, CESM (Conferencia Estatal de Sindicatos Médicos) ya anunciaba a principios de este mes que veía «poco probable» seguir el paro, por lo que no llamaría a sus afiliados a seguir la huelga aunque luego la decisión será de cada uno de ellos. Si los 40.000 facultativos del país no secundan la huelga también será un golpe duro a los sindicatos. Por su parte, el sindicato de enfermeros Satse tampoco secundará la huelga.

El asunto está claro, esta farsa de huelga es rechazada por el más amplio sector, conque mal se le puede llamar "huelga general" a una manipulación secundada por cuatro gatos con infulas.